Mañana termina el año, y cansada de quejas y berrinches, me detengo un momento y me doy cuenta en un segundo de lo feliz que soy. Y si bien nada decisivo pasará mañana por más que el año cambie, no está nada mal reconocer lo bueno y lindo que tenemos, qué tanto.
Porque en este 2006 fui inmensamente feliz.
Porque los seres que más amo están conmigo cada día, y no necesito más que verlos para saber que estoy bien.
Porque tengo un trabajo que disfruto, con unos compañeros maravillosos que me recuerdan todos los días que todavía se puede laburar entre gente buena, sin competencia, sin presiones, entre chistes y buenos momentos.
Porque con ese trabajo gano un sueldo no tan alto como me gustaría, pero lo suficientemente bueno como para permitirme vivir dignamente, dándome casi todos los gustitos.
Miro para atrás, acá nomás y veo todo. Gracias 2006 por permitirme seguir teniendo a mi gran
amiga de toda la vida, Mari, la que me sigue acompañando y con la que sigo llorando de la risa, y de la pena, PERO JURO QUE MÁS DE LA RISA. Porque también me acompañan otras amigas, que siguen firmes a pesar de los años y de las distancias, y otras más nuevitas que me hicieron dar cuenta de que aún de grande se cultivan relaciones hermosas y verdaderas.
Por Daniel, con quien voy y vengo, vengo y voy, pero a pesar de todo, le debo momentos maravillosos y la impagable deuda de haberme hecho creer nuevamente. Y porque sé que está, y porque sabe que estoy. Y eso vale mucho.
Por mis hermanos, uno más especial que el otro, a quienes amo con locura y con quienes tengo una conexión tan fuerte que a veces me asusta decubrir que estamos pensando lo mismo al mismo tiempo. Gracias Juan, Jose y Edu por estar ahí, tan cerca mío y ayudarme a no olvidarme quién soy.
Por mi mamá, a quien le debo tanto y le voy pagando como puedo. Los intereses de tanto amor son inhumanos!!! Porque todavía como cuando era chiquita, el calor de su mano cura mis dolores más terribles. Gracias ma, y acá sigo estando a pesar de las cuadritas que nos separan.
Por mi abuela, que este año nos dio un sustito, pero fue tan fuerte como para recuperarse, y recuperarnos. Por mi tía, que nos manda toneladas de amor desde Tucumán (ya la van a descubrir y le van a empezar a cobrar las encomiendas) y me hace acordar constantemente de lo feliz que fui en aquél barrio Diza, y lo feliz que soy hoy recordándolo.
Por mi papá, que no está acá conmigo ahora que tengo tanto para compartir con él, pero me dejó muchas cosas para seguir queriéndolo. Porque reconozco en mí muchas cosas suyas, y creo que son las buenas, y eso me gusta.
Por mi abuelo Eduardo, que se nos fue hace varios años, pero ya había dejado tanto en mi corazón como para que me fuera imposible dejar de quererlo.
Por ambos, porque siguen estando conmigo guiándome cada uno a su manera, tan distintos, pero tan complementarios.
Por don Manuel, quien me alquiló este departamento que me posibilitó irme a vivir sola y crecer inmensamente. Porque gracias a sus años (o a pesar de ellos) sigue creyendo en la honestidad de la gente y confió en mí y en mi única garantía de palabra.
Por Titi, una perrita hermosa que logró derribar mi barrera anti perros!!! Gracias Titi por los rasguños de bienvenida y por las corridas alrededor de la mesa.
Porque este año aprendí cantidades enormes de cosas, conocí gente que aportó mucho a mi vida, y paso tras paso reafirmo mi posibilidad de caminar sola.
Porque soy feliz con lo que soy, porque soy feliz con lo que tengo, y soy feliz con la gente que me rodea.
Porque a pesar de mi pequeño problemita en el ojo (que estoy segura de que se resolverá pronto) lo tengo todo y más.
Porque soy libre y estoy sana. Y, lo que es mejor aún, ELLOS son libres y están sanos.
Y porque descubrí que puedo tenerlo todo y ser sumamente infeliz si los que amo se enfermaran.Y porque descubrí que puedo no tener nada y ser inmensamente feliz tan solo sabiendo que ellos están bien.
El 2006 tuvo tristezas y alegrías, como todos los años. Pero no vale no ser agradecido y ver lo que realmente importa.
Cuando den las 12 de mañana, lo despediré con una reverencia, porque se lo merece. Y porque cuando uno vivió años jodidos, sabe reconocer lo bueno.
Gracias 2006. Si el 2007 es igual de bueno, ya estoy hecha.
Felicidades a todos, y recuerden que lo único importante es que la gente que uno ama esté bien. Lo otro suma, pero no define.
Les deseo que su 2006 haya sido tan bueno como el mío, y que el 2007 sea aún mejor para todos.
sábado, 30 de diciembre de 2006
lunes, 11 de diciembre de 2006
jueves, 7 de diciembre de 2006
El 16/12
lunes, 4 de diciembre de 2006
Carlitos Balá

Y sí, pasan los años y una crece, y en mi caso me hice cada vez más escéptica, más crítica, más desconfiada. Sin embargo, sucede que todavía me encuentro con cosas y/o personas que me remiten a mi infancia, y me hacen alegrar el corazón con un calorcito especial.
Eso me pasó hoy. Recorriendo blogs encontré uno en donde posteaban una foto de Carlitos Balá y se comentaba al respecto.
Carlitos Balá fue parte mi mi infancia. Y mi infancia fue tan feliz!!!
Por eso, a pesar de que ya no creo en mucha gente, y a pesar de que estoy convencidísima de que hoy todo es plata, y más aún el negocio de la tv, CREO EN CARLITOS BALÁ. Qué se yo por qué. Porque sí. Porque a mí me hizo feliz y porque el cariño es así, irracional.
Y cada vez que lo veo me da ternurita, como si fuera mi abuelo o algo así.
Y en la vida hay que recordar siempre, y darnos el permiso de volver a ser chicos aunque sea por un ratito che.
miércoles, 29 de noviembre de 2006
Y que los giles sigan confundiendo arjonas con poetas...


Cuánta genialidad, Julio, cuánta genialidad...
BOLERO
Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.
Por eso no seremos nunca
Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.
Por ahí un papelito
Por ahí un papelito
que solamente dice:
Siempre fuiste mi espejo,
Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,
como un perro que pasa, una colina,
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco,
todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
Maestro Borges, que opinen lo que quieran. Como escritor, usted es Dios.
Soy
Soy el que sabe que no es menos vano
que el vano observador que en el espejo
de silencio y cristal sigue el reflejo
o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.
Soy, tácitos amigos, el que sabe
que no hay otra venganza que el olvido
ni otro perdón. Un dios ha concedido
al odio humano esta curiosa llave.
Soy el que pese a tan ilustres modos
de errar, no ha descifrado el laberinto
singular y plural, arduo y distinto,
del tiempo, que es uno y es de todos.
Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.
East Lansing 1976
No eres los otros
No te habrá de salvar lo que dejaron
No eres los otros
No te habrá de salvar lo que dejaron
escrito aquellos que tu miedo implora;
no eres los otros y te ves ahora
centro del laberinto que tramaron
tus pasos. No te salva la agonía
de Jesús o de Sócrates ni el fuerte
Siddhartha de oro que aceptó la muerte
en un jardín, al declinar el día.
Polvo también es la palabra escrita
por tu mano o el verbo pronunciado
por tu boca. No hay lástima en el Hado
y la noche de Dios es infinita.
Tu materia es el tiempo, el incesante
tiempo. Eres cada solitario instante.
lunes, 27 de noviembre de 2006
¿Esto es lo que tengo que entender? Paso
Qué va a ser de mí, volveré a mentir de nuevo.
Llenaré mi cama de fantasmas, de muertos.
Contaré los días, las calles que nos separan.
Las tardes de domingo esperaré tu llamada.
Maldeciré a las parejas que, abrazadas,
sueñan con habitaciones de hotel desocupadas.
Y odiaré con calma tu risa,
todas mis palabras, nuestra despedida.
Qué va a ser de mí, les diré barbaridades
a las mujeres hermosas que pasen por mi calle.
Sin que me invites, me colaré en tus fiestas.
Cuando venga tu recuerdo, reiré con violencia.
Iré a buscarte a los sitios acordados
aunque tú no vengas, aunque me hayas olvidado.
Te escribiré los versos que nunca te hice,
seré puntual como siempre quisiste.
Qué va a ser de mí, emprenderé un largo viaje
para que el eco de tus noches nunca me alcance.
Qué va a ser de mí, dudo que en ningún bar
me puedan servir todo el alcohol que necesito para olvidar.
Iré a buscarte a los sitios acordados
aunque tú no vengas, aunque me hayas olvidado.
Te escribiré los versos que nunca te hice,
seré puntual como siempre quisiste.
Qué va a ser de mí. Ismael Serrano
Llenaré mi cama de fantasmas, de muertos.
Contaré los días, las calles que nos separan.
Las tardes de domingo esperaré tu llamada.
Maldeciré a las parejas que, abrazadas,
sueñan con habitaciones de hotel desocupadas.
Y odiaré con calma tu risa,
todas mis palabras, nuestra despedida.
Qué va a ser de mí, les diré barbaridades
a las mujeres hermosas que pasen por mi calle.
Sin que me invites, me colaré en tus fiestas.
Cuando venga tu recuerdo, reiré con violencia.
Iré a buscarte a los sitios acordados
aunque tú no vengas, aunque me hayas olvidado.
Te escribiré los versos que nunca te hice,
seré puntual como siempre quisiste.
Qué va a ser de mí, emprenderé un largo viaje
para que el eco de tus noches nunca me alcance.
Qué va a ser de mí, dudo que en ningún bar
me puedan servir todo el alcohol que necesito para olvidar.
Iré a buscarte a los sitios acordados
aunque tú no vengas, aunque me hayas olvidado.
Te escribiré los versos que nunca te hice,
seré puntual como siempre quisiste.
Qué va a ser de mí. Ismael Serrano
Ahora
Ahora que la adolescencia es un septiembre lejano,
humo de cerveza en un portal, un verano inacabado.
Algunos años en la facultad de ciencias,
papeles escritos, ron de Cuba, hojas de hierba,
un tren dormido en una vía muerta,
la luz de la ventana azul que siempre estaba abierta.
Ahora que quedan tan lejos las playas de Corfú,
las estaciones de trenes de Praga, Hamburgo o Estambul,
los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos,
la luz de una cafetería, los amores conversos.
Ahora que te cansas y las piscinas cierran,
y apura el último baño la luz de las estrellas.
Ahora que regreso a los lugares a donde quise huir
y nadie me espera allí.
Ahora que casi llego a fin de mes,
que amo a una mujer...
que amo a una mujer.
Ahora que pago las facturas, que me besé en La Habana,
que sueño con Lacandona, que ya no escribo cartas,
que cumplimos más años que promesas,
que se hunden nuestros corazones como la vieja Venecia,
que llego tarde a los cines y al fin del planeta,
que alquilo un pequeño piso en un castillo de arena.
Ahora que duelen las resacas y cortan como una navaja.
Ahora que nadie nos saluda por los bares de Malasaña,
que pido auxilio, besos y comida por teléfono,
que fumo flores y lloro a veces mientras duermo.
Ahora que tiemblo como un niño abandonado.
Ahora que viejos amigos nos han traicionado.
Ahora es el momento de volver a empezar, que empiece el carnaval,
la orgía en el Palacio de Invierno, de banderas y besos.
Se cayeron mis alas y yo no me rendí,
así que ven aquí,
brindemos que hoy es siempre todavía,
que nunca me gustaron las despedidas.
Ismael Serrano
humo de cerveza en un portal, un verano inacabado.
Algunos años en la facultad de ciencias,
papeles escritos, ron de Cuba, hojas de hierba,
un tren dormido en una vía muerta,
la luz de la ventana azul que siempre estaba abierta.
Ahora que quedan tan lejos las playas de Corfú,
las estaciones de trenes de Praga, Hamburgo o Estambul,
los viajes que trajeron a otros vistiendo nuestros cuerpos,
la luz de una cafetería, los amores conversos.
Ahora que te cansas y las piscinas cierran,
y apura el último baño la luz de las estrellas.
Ahora que regreso a los lugares a donde quise huir
y nadie me espera allí.
Ahora que casi llego a fin de mes,
que amo a una mujer...
que amo a una mujer.
Ahora que pago las facturas, que me besé en La Habana,
que sueño con Lacandona, que ya no escribo cartas,
que cumplimos más años que promesas,
que se hunden nuestros corazones como la vieja Venecia,
que llego tarde a los cines y al fin del planeta,
que alquilo un pequeño piso en un castillo de arena.
Ahora que duelen las resacas y cortan como una navaja.
Ahora que nadie nos saluda por los bares de Malasaña,
que pido auxilio, besos y comida por teléfono,
que fumo flores y lloro a veces mientras duermo.
Ahora que tiemblo como un niño abandonado.
Ahora que viejos amigos nos han traicionado.
Ahora es el momento de volver a empezar, que empiece el carnaval,
la orgía en el Palacio de Invierno, de banderas y besos.
Se cayeron mis alas y yo no me rendí,
así que ven aquí,
brindemos que hoy es siempre todavía,
que nunca me gustaron las despedidas.
Ismael Serrano
Hoy aprendi que en las despedidas no sufre más quien parte,
si no quien permanece en solitario,
sosteniendo un vacío entre las manos que han de volver a la rutina
apenas unos minutos después.
Hoy entendí tantas veces en que agitabas la mano
parado junto al andén hasta perderme de vista.
Hoy entendi que un dia dijeras basta.
si no quien permanece en solitario,
sosteniendo un vacío entre las manos que han de volver a la rutina
apenas unos minutos después.
Hoy entendí tantas veces en que agitabas la mano
parado junto al andén hasta perderme de vista.
Hoy entendi que un dia dijeras basta.
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