Has visto, verdaderamente has visto la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa... Has tocado, de verdad has tocado el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás... Has vivido como un golpe en la frente, el instante, el jadeo, la caída, la fuga... Has sabido con cada poro de la piel, sabido que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón, había que tirarlos había que llorarlos había que inventarlos otra vez.

sábado, 30 de diciembre de 2006

Carta abierta al 2006

Mañana termina el año, y cansada de quejas y berrinches, me detengo un momento y me doy cuenta en un segundo de lo feliz que soy. Y si bien nada decisivo pasará mañana por más que el año cambie, no está nada mal reconocer lo bueno y lindo que tenemos, qué tanto.
Porque en este 2006 fui inmensamente feliz.
Porque los seres que más amo están conmigo cada día, y no necesito más que verlos para saber que estoy bien.
Porque tengo un trabajo que disfruto, con unos compañeros maravillosos que me recuerdan todos los días que todavía se puede laburar entre gente buena, sin competencia, sin presiones, entre chistes y buenos momentos.
Porque con ese trabajo gano un sueldo no tan alto como me gustaría, pero lo suficientemente bueno como para permitirme vivir dignamente, dándome casi todos los gustitos.
Miro para atrás, acá nomás y veo todo. Gracias 2006 por permitirme seguir teniendo a mi gran
amiga de toda la vida, Mari, la que me sigue acompañando y con la que sigo llorando de la risa, y de la pena, PERO JURO QUE MÁS DE LA RISA. Porque también me acompañan otras amigas, que siguen firmes a pesar de los años y de las distancias, y otras más nuevitas que me hicieron dar cuenta de que aún de grande se cultivan relaciones hermosas y verdaderas.

Por Daniel, con quien voy y vengo, vengo y voy, pero a pesar de todo, le debo momentos maravillosos y la impagable deuda de haberme hecho creer nuevamente. Y porque sé que está, y porque sabe que estoy. Y eso vale mucho.

Por mis hermanos, uno más especial que el otro, a quienes amo con locura y con quienes tengo una conexión tan fuerte que a veces me asusta decubrir que estamos pensando lo mismo al mismo tiempo. Gracias Juan, Jose y Edu por estar ahí, tan cerca mío y ayudarme a no olvidarme quién soy.

Por mi mamá, a quien le debo tanto y le voy pagando como puedo. Los intereses de tanto amor son inhumanos!!! Porque todavía como cuando era chiquita, el calor de su mano cura mis dolores más terribles. Gracias ma, y acá sigo estando a pesar de las cuadritas que nos separan.

Por mi abuela, que este año nos dio un sustito, pero fue tan fuerte como para recuperarse, y recuperarnos. Por mi tía, que nos manda toneladas de amor desde Tucumán (ya la van a descubrir y le van a empezar a cobrar las encomiendas) y me hace acordar constantemente de lo feliz que fui en aquél barrio Diza, y lo feliz que soy hoy recordándolo.

Por mi papá, que no está acá conmigo ahora que tengo tanto para compartir con él, pero me dejó muchas cosas para seguir queriéndolo. Porque reconozco en mí muchas cosas suyas, y creo que son las buenas, y eso me gusta.
Por mi abuelo Eduardo, que se nos fue hace varios años, pero ya había dejado tanto en mi corazón como para que me fuera imposible dejar de quererlo.
Por ambos, porque siguen estando conmigo guiándome cada uno a su manera, tan distintos, pero tan complementarios.

Por don Manuel, quien me alquiló este departamento que me posibilitó irme a vivir sola y crecer inmensamente. Porque gracias a sus años (o a pesar de ellos) sigue creyendo en la honestidad de la gente y confió en mí y en mi única garantía de palabra.

Por Titi, una perrita hermosa que logró derribar mi barrera anti perros!!! Gracias Titi por los rasguños de bienvenida y por las corridas alrededor de la mesa.

Porque este año aprendí cantidades enormes de cosas, conocí gente que aportó mucho a mi vida, y paso tras paso reafirmo mi posibilidad de caminar sola.
Porque soy feliz con lo que soy, porque soy feliz con lo que tengo, y soy feliz con la gente que me rodea.
Porque a pesar de mi pequeño problemita en el ojo (que estoy segura de que se resolverá pronto) lo tengo todo y más.
Porque soy libre y estoy sana. Y, lo que es mejor aún, ELLOS son libres y están sanos.
Y porque descubrí que puedo tenerlo todo y ser sumamente infeliz si los que amo se enfermaran.Y porque descubrí que puedo no tener nada y ser inmensamente feliz tan solo sabiendo que ellos están bien.
El 2006 tuvo tristezas y alegrías, como todos los años. Pero no vale no ser agradecido y ver lo que realmente importa.
Cuando den las 12 de mañana, lo despediré con una reverencia, porque se lo merece. Y porque cuando uno vivió años jodidos, sabe reconocer lo bueno.
Gracias 2006. Si el 2007 es igual de bueno, ya estoy hecha.
Felicidades a todos, y recuerden que lo único importante es que la gente que uno ama esté bien. Lo otro suma, pero no define.
Les deseo que su 2006 haya sido tan bueno como el mío, y que el 2007 sea aún mejor para todos.

lunes, 11 de diciembre de 2006

jueves, 7 de diciembre de 2006

El 16/12


A la cancha de Boca por Laguna,

va soñando: hoy ganamos el partido

la jermu que me engaña con la Luna...

lunes, 4 de diciembre de 2006

Carlitos Balá




Y sí, pasan los años y una crece, y en mi caso me hice cada vez más escéptica, más crítica, más desconfiada. Sin embargo, sucede que todavía me encuentro con cosas y/o personas que me remiten a mi infancia, y me hacen alegrar el corazón con un calorcito especial.
Eso me pasó hoy. Recorriendo blogs encontré uno en donde posteaban una foto de Carlitos Balá y se comentaba al respecto.
Carlitos Balá fue parte mi mi infancia. Y mi infancia fue tan feliz!!!
Por eso, a pesar de que ya no creo en mucha gente, y a pesar de que estoy convencidísima de que hoy todo es plata, y más aún el negocio de la tv, CREO EN CARLITOS BALÁ. Qué se yo por qué. Porque sí. Porque a mí me hizo feliz y porque el cariño es así, irracional.
Y cada vez que lo veo me da ternurita, como si fuera mi abuelo o algo así.

Y en la vida hay que recordar siempre, y darnos el permiso de volver a ser chicos aunque sea por un ratito che.




Y bue... hoy tenía ganas de regalarme flores. Es que me quiero mucho.