Has visto, verdaderamente has visto la nieve, los astros, los pasos afelpados de la brisa... Has tocado, de verdad has tocado el plato, el pan, la cara de esa mujer que tanto amás... Has vivido como un golpe en la frente, el instante, el jadeo, la caída, la fuga... Has sabido con cada poro de la piel, sabido que tus ojos, tus manos, tu sexo, tu blando corazón, había que tirarlos había que llorarlos había que inventarlos otra vez.

domingo, 13 de mayo de 2007

Recién, buscando una foto para mandarle a una amiga, me encontré con un par que vaya a saber una para qué las guardo.
No sé ni cómo explicar lo que esas fotos me producen: dolor, asco, tristeza, bronca.
Él con ella, cuando yo menos me lo esperaba, con la persona que no debía ser.
No tengo derecho a reclamar nada. No tengo derecho a protestar, y menos ahora. Pero juro que se me retuercen las entrañas cada vez que me acuerdo.
No sé ni para qué conservo algo que tanto mal me hace.
Sigo ordenando, sigo ordenando, y creo que debería comenzar a tirar cosas.

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