“Cómo podía yo sospechar que aquello que parecía tan mentira era verdadero, un Figari con violetas de anochecer, con caras lívidas, con hambre y golpes en los rincones. Mas tarde te creí, mas tarde hubo razones, hubo madame Leonie que mirándome la mano que había dormido con tus senos me repitió casi tus mismas palabras. "Ella sufre en alguna parte. Siempre ha sufrido. Es muy alegre, adora el amarillo, su pájaro es el mirlo, su hora la noche, su puente el Pont des Arts." (Una pinaza color borravino, Maga, y por que no nos habremos ido en ella cuando todavía era tiempo.)
Rayuela (otra vez yo, Julio, con tu permiso)
miércoles, 1 de noviembre de 2006
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